Las huelgas de Unidad Editorial consiguen sus primeros resultados

JAUME PALOMAR. Después de tres huelgas durante el último mes y una amenaza de huelga indefinida, que ha sido clave, los trabajadores de Unidad Editorial han dado un primer paso en sus protestas: reducir de 224 a 160 despidos en el ERE que pretende hacer la empresa desde el pasado mes de abril.

Delante un ERE que pretendía despedir a 224 trabajadores de Unidad Editorial entre el diario El Mundo, Marca, Expansión, Radio Marca y otros medios del grupo empresarial, muchos de sus trabajadores se han organizado durante este mes de mayo. Tres huelgas seguidas masivamente los días 3, 10 y 17 de mayo han puesto en jaque a uno de los grupos empresariales de comunicación más grandes de España.

En las huelgas de los días 3 i 10, los directivos, jefes de redacción y algún redactor pudieron evitar in extremis que El Mundo se quedara sin salir a los quioscos. Eso sí, salió con una versión de páginas reducidas por la falta de artículos. Poco después, el 17 de mayo se produjo un punto de inflexión en estas jornadas de protesta. La huelga de redactores de Marca, que logró que el periódico no saliera a los quioscos del día siguiente por primera vez en sus 78 años de historia.

Cabe recordar que estamos hablando, no solo del diario deportivo más leído de España, sino del más leído entre todos los periódicos del país, contando también la prensa generalista, con una cifra media de 2,3 millones de lectores diarios, solo en la versión en papel (Datos de la EGM). Por este motivo, esta tercera huelga tuvo un impacto económico importante dentro de la empresa y creó un punto de inflexión en las reivindicaciones de los trabajadores.

Ante las protestas masivas, la dirección de Unidad Editorial intentó rebajar la tensión con una oferta a los grupos sindicales, aunque insuficiente: reducir el ERE de 224 a 186 despidos y una indemnización de 35 días por año trabajado, igualando lo que se pagó de indemnización en el ERE de 2012 en la misma empresa. Pero la oferta seguía siendo insuficiente, con una cantidad muy alta de despidos.

Los trabajadores expresaron su insatisfacción hasta llegar a la amenaza de la convocatoria de una huelga indefinida. Y eso encendió todas las alarmas de los altos ejecutivos de la empresa. En vez de conformarse con un acuerdo de mínimos para ellos, los trabajadores decidieron pujar fuerte, con una huelga indefinida que tenía que comenzar a finales de mayo y que hubiera tenido un gran impacto económico para Unidad Editorial, poniendo en jaque a sus directivos con una respuesta por parte de los trabajadores que a lo mejor no esperaban.

Y con la amenaza de la huelga indefinida se llega a la situación actual. Unidad Editorial ha cedido y ha aceptado bajar a los 160, por los 224 que pretendía en un inicio. Además, la indemnización ha seguido subiendo y ahora la empresa ofrece 37 días por año trabajado. Con este acuerdo al que han llegado la empresa i el grupo sindical, ahora la decisión final se someterá a votación entre los trabajadores, que decidirán aceptarlo o no. De momento, la huelga indefinida queda aplazada temporalmente hasta que se tome los trabajadores tomen la decisión definitiva.

Con las múltiples huelgas y protestas de Unidad Editorial hemos visto un hecho poco común en los últimos tiempos: una empresa que cede a las protestas de los trabajadores. Poco, pero ha cedido.