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Lilianne Rodrigo. El 29 de abril de 2009 José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España, declaraba “es probable que lo peor de la crisis económica haya pasado ya”. Seguramente no había repasado bien las últimas cifras que indicaban el decrecimiento del PIB en 2008 y principios de 2009 o el porcentaje cada vez más alto de parados.

Tal vez para él eran datos sin importancia o simplemente representaban un pequeño desequilibrio de la balanza. El 26 de noviembre de 2010 su contrincante y actual presidente Mariano Rajoy afirmaba con seguridad en un mitin “yo os sacaré de la crisis. Es lo primero que haré”. De momento, lleva 6 años intentándolo pero sin resultados. De hecho, el país ha empeorado o al menos para la cantidad de población que forma la clase media. Sin embargo, el economista catalán, Santiago Niño Becerra, opinaba distinto: “la crisis económica que estamos viviendo a día de hoy (2010), no acabará hasta 2020. La situación actual es un aperitivo”. Y parece que a diferencia de los otros dos, acertó.

Santiago Niño Becerra actual catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona escribió en 2010 su famoso libro “El Crash del 2010” donde analiza y comenta sin pelos en la lengua la situación económica española que imperaba en aquel momento. Además, recoge una serie de predicciones futuras que indican cómo evolucionará la crisis en los años siguientes y cuáles serán sus posibles consecuencias. Todo ello acompañado de una gran cantidad de datos, gráficos y estadísticas que corroboran y hacen aún más comprensibles sus argumentos.

Criticado en diversas ocasiones por economistas que aseguraban que sus predicciones no se fundamentaban en datos empíricos sino más bien en conceptos astrológicos y que sus pronósticos acerca de la recesión y el desempleo eran desmesurados, ahora puede presumir que iba bien encaminado. Como dijo en su momento y como hemos podido comprobar a lo largo de estos 6 años, nos encontramos ante una crisis sistémica que ha traído consigo paro, privatización, desigualdad, crecimiento negativo, pobreza, desconfianza y en general, una ruptura del esquema político-económico-social español. Una economía que denomina “de supervivencia” puesto que como en su libro asegura: “hasta 2014 solo aquello que sea indispensable tendrá éxito: comida, salud básica y poco más”.

En “El Crash de 2010”, Santiago elabora un recorrido donde trata todas las crisis sistémicas que ha sufrido la economía mundial durante décadas. Hace un repaso desde la época de los romanos hasta la Segunda Guerra Mundial pasando por la Revolución Francesa, la época feudal, la Revolución Industrial y la Primera Guerra Mundial. Momentos históricos en los que se ha producido una evolución del nivel de vida de la humanidad y donde se han experimentado cambios que no siempre han sido del todo positivos. La primera Revolución Industrial iniciada en 1820 trajo consigo el maquinismo y una burguesía interesada en obtener beneficios y reinvertirlos, es decir, los elementos definitorios del capitalismo. A partir de ese momento y con el final del mercantilismo, quedó inaugurado nuestro sistema actual que ha ido evolucionando hasta después de la Segunda Guerra Mundial, época en que se dio lugar el auge del sector de los servicios y comenzó todo el entramado por el que hemos desembocado en esta crisis mundial.

Así, teniendo en cuenta las diferentes épocas de cambio, Becerra establece, por su semejanza, un paralelismo entre la situación económica actual y el famoso crack del 29, fecha que marca el principio del fin del sistema. Un momento de crisis que fue superado con recursos mal empleados y que como consecuencia ha consumido el capitalismo. “Todos los sistemas económicos tienen una fecha de caducidad de aproximadamente 250 años” es una de las frases celebres que cita varias veces en su libro y con ella, nos viene a decir que nuestro modelo actual se acaba. El origen del sistema capitalista ronda los años 1748-1820 y a partir de este último, comienza su evolución. Por tanto según sus predicciones, nos encontramos en la fase final de un modelo económico que no puede sostenerse más porque está agotado, e igual que en las otras 6 crisis sistémicas que ha sufrido el capitalismo, su final está siendo traumático para la población. Lo predijo en su libro y se ha cumplido. El agotamiento del capitalismo tal y como expresa en “El Crash de 2010” ha traído consigo políticas de austeridad que afectan en gran medida al modelo de protección social, cuyo funcionamiento cada vez empeora más. “Las políticas y actuaciones se centrarán en “lo básico”, lo que provocará que se vayan instalando concepciones minimalistas y que gran número de servicios básicos, como sanidad o educación, entren también en crisis”.

Santiago analiza el capitalismo, un sistema debilitado por la capacidad de endeudamiento y su mala gestión en las concesiones de créditos. Un sistema que requiere una remodelación, un aire nuevo y por supuesto, una ruptura con lo viejo. Un modelo que lleva predicando desde 2010 y que actualmente se atreve a llamarlo la industria 4.0. Un modelo formado en un contexto de robotización, producción aditiva e Internet de las cosas. Un modelo que traerá nuevos comportamientos y hábitos basados en conceptos como la colectividad, la cooperación o la colaboración. Un modelo que dejará de lado la competitividad individual que caracteriza el capitalismo.

“El Crash de 2010” un libro que ilustra a la perfección la evolución de los sistemas económicos mundiales desde tiempos muy lejanos y analiza que está pasando con nuestro sistema y porque. El capitalismo se encuentra actualmente en la fase de declive y desaparición, no solo por culpa de su excesiva utilización y de la mala gestión que se ha hecho de él, sino también porque forma parte del proceso natural de los sistemas. Nacen, crecen, evolucionan, se agotan y mueren. Y mueren por que la sociedad cambia y los sistemas tienen que evolucionar al mismo nivel que ella.

Estamos en 2016 y aun seguimos en crisis. Son muchos los políticos, economistas y sociólogos que continúan haciendo predicciones sobre qué pasará y cuándo y cómo saldremos de esta. Santiago a su vez, mantiene en pié sus predicciones y añade algunas nuevas. Ya no cree que finalizara la crisis en 2020 sino en 2025 y considera que no hay una fórmula para retroceder y volver a principios del siglo XXI donde las cosas parecían ir bien puesto que en realidad todo era una tapadera. La solución está más bien en empezar de cero y conseguir una cierta estabilidad económica mundial. Hasta el momento ha ido acertado más o menos, pero no sabemos si lo volverá hacer. Habrá que esperar a ver qué sucede en este futuro incierto.